Eso es como preguntarte ¿De dónde venimos? Pues sinceramente, no lo se. El cerebro tiene tantas incógnitas…
Cuando finalizo una obra y llego a casa, lo primero que hago después de lavar mis pinceles, es buscar nuevas ideas y fotografías en las cuales inspirarme.
¿Concretamente? No busco, miro, emociones y sentimientos hacen el resto.
La luz, las sombras, la mezcla de colores, el encuadre, el movimiento… tantas cosas deben unirse y provocar en mí las ganas de querer pintarlo…
Sorprendo bastante con mis ideas. ¿Pero cómo se te ocurre hacer eso? o a mí esto no me dice nada, yo no me atrevería, es muy complicado, son algunos de los comentarios que recibo cuando llego a clase con la foto. No todos sentimos ni nos emocionamos de igual manera. Nadie es igual a nadie. Habiendo dicho ésto, sigo con la idea de pintar lo que ha provocado en mí esa sensación.