No lo podría explicar con exactitud. Las emociones, van y vienen. En muchas ocasiones estoy tan relajada y metida en el cuadro que no oigo a los demás, echo el respaldo de mi silla hacia atrás y al son de la música clásica o sonidos de la naturaleza, sigo pintando sin alteraciones de ningún tipo, y si alguien me preguntase cómo logro eso, yo le contestaría que intentase conectarse con mi cabeza, porque no lo se. Aunque quizás esto sea un estado normal para una persona que no ha tenido el problema que he tenido, no lo se.
Mis problemas físicos, en esos momentos, pasan a un segundo plano, es decir, estar, están, pero no me afectan tanto. Es cómo estar en un estado completo de pureza y claridad, lo cual trae consigo ánimo alegría y mucho tesón.
Algunas de mis primeras obras, se han basado en estos dos conceptos: PUREZA Y CLARIDAD.